viernes, 18 de julio de 2008

martes, 1 de julio de 2008

Miguelito y el conflicto del campo

Luego de estar casi un año en un correcional de menores por la que fue llamada "La masacre de San Fernando", Miguelito retornó a su casa, y retornó a la escuela. Claro que a otra escuela, ya que la anterior se convirtió en un polvorín luego de lo acontecido en julio de 2007. Al principio, esta nueva escuela había puesto reparos en aceptar a Miguelito luego de estudiar sus antecedentes penales, pero un oportuno sobre lleno de dólares enviado por el padre de Miguelito hizo cambiar de parecer al dueño del establecimiento, quien abrió las puertas de par en par a nuestro héroe.
En la primera semana de clases, Miguelito fue con su grado a una excursión organizada por el cole. El destino: la Plaza Congreso, donde se situan las ya famosas carpas, el pingüino, los huevos, etc. Miguelito, a diferencia de sus compas, no estaba muy al tanto de la situación. Claro, todos sus amiguitos ya estaban empapados de tanta información por el conflicto con el campo, pero él no sabía casi nada ya que estuvo incomunicado todo el tiempo que pasó en el correcional. La maestra intentó una y otra vez explicarle a Miguelito el porqué del conflicto. Le contó las posturas de ambos bandos, le comentó todas las reuniones y las distintas propuestas de uno y otro lado, hasta le relató uno por uno los más de 100 días de conflicto. Pero Miguelito no logró entenderlo. No pudo comprender porqué dos de los sectores más poderosos del pais, no se ponían de acuerdo. No pudo comprender porqué ninguno de los dos cedía. No puedo comprender porqué mientras un sector desabastecía de alimentos y combustibles, el otro no hacía absolutamente nada para solucionar el problema. No pudo comprender porqué siempre los que quedan en el medio son los mismos. No pudo comprender porqué parte de la prensa quiere dividir un pais. Todo esto provocó lo que todos temían: Miguelito nuevamente entró en estado de ira. Los dos oficiales a cargo de su custodia no pudieron hacer nada para evitar el desastre. Miguelito aprovechó que justo justo pasaba por allí el Secretario de Comercio Guillermo Moreno junto a la Tota Santillán y Acero Kali, a quienes redujo en escasos segundos (vale recordar que en 1 año preso, Miguelito hizo fierros todos los días, así que esta re grosso). Le quitó el arma a Moreno y encaró a los oficiales de Infantería que estaban apostados frente al Congreso ya que en ese momento se desarrollaba una reunión cumbre entre las 4 entidades, Cristina, los diputados, los senadores y el Grupo Clarín. Uno por uno fue liquidando a todos los policías que salían a su paso. Ya dentro del recinto, Miguelito, quien había comprado 600 kg de explosivos en un puesto de la plaza antes de ingresar, se dirigió a la mesa de negociación y colocó los 600 kg de explosivos debajo de ella. Salió corriendo y, ya fuera del Congreso, accionó el detonador al grito de "¡Este conflicto es una poronga. Mueran todos los políticos, todo el campo, y todos los periodistas! ¡Viva Perón, carajo!".